Campeones mundiales de ajedrez sin corona

Korchnoi, sin duda, mereció ganar un campeonato mundial.

                                                                               
    A lo largo de la historia del ajedrez nos encontramos con una serie de jugadores que tuvieron chance de ganar el campeonato mundial de ajedrez, pero por diversos motivos no lo lograron. En algunos casos fue por las antiguas condiciones en la que le daban al campeón mundial la posibilidad de escoger a su retador, en otros casos por la presión de las autoridades gubernamentales de la cortina de hierro del ajedrez soviético y por último, la mala fortuna para no hablar de mala suerte que sabemos que en el ajedrez no existe. Excluiremos de está lista a Vassily Ivanchuk y a Boris Gelfand, dos de los grandes de todos los tiempos, que por respeto a que aún continúan activos no los incluimos en está lista. Mi lista es de los siguientes siete ajedrecistas, escogidos de forma subjetiva y seleccionados en orden descendente de menor a mayor.



8) Siegbert Tarrasch: Lo tenía todo para ser campeón mundial en 1894, juventud y una fuerza de juego impresionante, cuando Wilhelm Steinitz decidió arriesgar su titulo de campeón mundial de ajedrez contra el Preceptor Germánico, como se le decía a Tarrasch, pero Tarrasch cometió un grave error, rechazó jugar contra el viejo y decadente Steinitz, alegando exceso de trabajo en su profesión de médico. Emanuel Lasker aprovechó que Tarrasch se apartó para tomar su lugar y disputar el mundial contra Steinitz a quién derrotó muy fácilmente. Pasaron 14 años para que Tarrasch tuviera de nuevo la posibilidad de disputar el campeonato mundial, pero el tiempo no pasa en vano y Tarrasch se encontró en 1908 con un Lasker en plenitud de condiciones, mientras que él se encontraba viejo y en declive. Tarrasch fue un extraordinario jugador, que no solo destaco en el juego de torneos, sino además como teórico, ya que es considerado el padre de la escuela moderna de ajedrez y aún en nuestros días muchas variantes de aperturas y defensas llevan su nombre. 
                                                                   
           
7) Carl Schlechter: Todo un misterio su última partida del match de Viena-Berlin de 1910 contra el campeón mundial Emanuel Lasker, en el que ganaba por un punto en la última partida y con mejor posición en lugar de buscar tablas presionó y arriesgó para ganar al extremo de sacrificar la calidad para terminar perdiendo. Hay dos versiones de porque el Rey de las Tablas como se le conocía a Schlechter arriesgo tanto en la última partida. La primera es que se sentía campeón mundial y quería demostrar su superioridad ante Lasker y por eso arriesgo tanto en una partida tan larga, ya que se jugó durante tres días tras dos aplazamientos que la pospusieron para los días siguientes. La otra versión es la más probable, que Lasker entre sus condiciones colocó una clausula que el retador austriaco tenía que vencer por dos puntos de diferencia por lo que Schlechter no le quedó más que buscar la victoria como diera lugar en la última partida y terminó perdiendo. La vida fue muy injusta con este caballero inigualable, era el único que le daba tablas a un jugador de menor nivel si este le decía que se sentía mal, si alguien llegaba tarde el se quitaba su tiempo para estar en paridad de condiciones y si algún jugador estaba sufriendo en una partida y Schlechter veía la tragedia que llevaba encima le daba las tablas o si bien se la pedían las concedía sin detenerse a pensar en su beneficio. Era un hombre muy solidario y colaborador, que por las paradojas de la vida murió de hambre en Budapest en 1918 sin que nadie lo socorriera con un mendrugo de pan.  
                                                                       
6) Aaron Nimzowitch: Uno de los jugadores mas poco carismáticos de la historia del ajedrez, por otro lado, uno de los que dejó un mejor legado tanto en sus excelentes partidas llenas de una fuerza de juego impresionante hasta los dos excelentes libros que escribió: Mi Sistema y la Practica de Mi Sistema. Nimzowitch fue victima de Lasker, Capablanca y Alekhine, el trío de campeones mundiales que esquivaban a los rivales fuertes y se enfrentaban con los que creían que podían vencer. Sin embargo, Nimzowitch se mantuvo casi tres décadas entre los cinco jugadores más fuertes de la élite del ajedrez mundial. A parte de la negativa de los campeones mundiales a disputar el mundial contra él, también lo perjudico mucho su personalidad, era déspota, muy irritable, malhumorado y nada dado a la amistad. 
                                                                       
5) Bent Larsen: El gran danés que se disputó durante muchos años la supremacía del mejor jugador de Occidente junto al norteamericano Bobby Fischer. Era tal la fuerza del ajedrez de Larsen que ocupo el primer tablero de Resto del Mundo en el famoso match contra la URSS en 1970 teniendo Fischer que conformarse con ocupar el segundo tablero. Larsen venció a todos los grandes de su época, que no era otra que la época dorada del ajedrez mundial, la época en la que han habido más campeones mundiales jugando juntos y estrellas del ajedrez. El danés ganó tres interzonales, se clasificaba siempre para disputar el torneo de candidatos y llegó en dos ocasiones a las semifinales de candidatos. Larsen era un hombre muy culto, hablaba a la perfección ocho idiomas y era un gran lector que dominaba diversos temas de literatura y ciencia. Su exceso de confianza fue su perdición, ese corazón llenó de optimismo lo llevó al abismo al dar el todo por el todo en cada partida y no ser precavido, como ocurrió cuando acepto jugar contra Fischer la semifinal de candidatos en Denver, una ciudad extremadamente calurosa y con unas condiciones adversar para él. El otro factor que lo perjudicó fue su negativa a tener un entrenador, jamás aceptó uno que le habría sido muy útil en su carrera profesional.
                                                                     
4) David Bronstein: Empató el match por el campeonato mundial de ajedrez de 1951 contra Mikhail Botvinnik después de estarlo ganando a falta de dos partidas. Se dice que las autoridades soviéticas lo obligaron a perder adrede una partida para que Botvinnik conservará su corona. Lo cierto es que Bronstein no volvió a disputar el campeonato mundial, pese a ser siempre uno de los favoritos en los ciclos de candidatos. La historia sobre su derrota en el mundial de Moscú de 1951 se ha ido a la tumba sin conocerse la verdad, ya que todos los protagonistas se encuentran bajo tierra.
                                                                           
3) Paul Keres: Para muchos el más grande que no ganó el campeonato mundial. Tuvo la mala fortuna de ganar el torneo de AVRO de 1938 que era la primera competición de un torneo de candidatos para escoger al retador del campeón mundial, pero tuvo la mala fortuna que Alexander Alekhine se rehusó a defender el titulo o mejor dicho, empezó a poner trabas para eludir el enfrentamiento y al llegar al año 1939 estalló la Segunda Guerra Mundial que paralizó todas las competencias de ajedrez organizadas por la FIDE. Sin duda, Keres habría vencido con facilidad a Alekhine en el año 1938 o 1939, pero ya luego todo cambió, al caer prisionero de los nazis en Estonia lo pusieron a jugar torneos en la Europa ocupada lo que lo marco después de la guerra como un traidor para los soviéticos quienes lo tuvieron un tiempo excluido de participar en torneos y luego cuando se lo permitieron, siempre fue bajo la sombra de los consentidos del Estado Soviético.
                                                                             
2) Akiba Rubinstein: Sin duda la mayor de las injusticias de la historia del ajedrez, al igual que Ninzowitch fue víctima del trío de los tres famosos campeones mundiales Lasker, Capablanca y Alekhine, por lo que nunca pudo disputar un campeonato mundial, pese a tener una fuerza de juego impresionante y muy por encima de Lasker en su mejor época. Después de la Primera Guerra Mundial, Rubinstein no volvió a ser el mismo, ya que sus nervios quedaron destrozados por el hambre y las horribles imágenes que vio durante la guerra. Su final fue muy triste, murió internado en un sanatorio para enfermos mentales.
                                                                       
1) Victor Korchnoi: No hay que hablar mucho de Víctor, El Terrible, Korchnoi, si alguien mereció ganar un campeonato mundial de ajedrez fue Korchnoi, pero dos factores se opusieron a que lo lograra, el primero que no era ninguno de los consentidos de las autoridades de la cortina de hierro y el otro su fuerte carácter que lo hizo pelearse contra el mundo.   
  

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