El ajedrez romántico

                                                                                 
Adolf Anderssen in Breslau 1863




Match Saint-Amant vs Staunton. París 1843
     Con la luz de candelabros o de las velas transcurrían las noches de inmortales partidas jugadas en la época del ajedrez romántico. Era el Siglo XIX y los jugadores no tenían miedo a perder, jugaban de forma abierta autenticas batallas campales en el tablero de 64 casillas. No había tiempo para la mezquindad, ni las tramas de aburridas tablas, sencillamente cada bando salía decidido a triunfar o morir.
    Eran partidas repletas de sacrificios, de jugadas espectaculares que en muchos casos eran erróneas, pero era el concepto de aquel tiempo, plasmado en el tablero de ajedrez, pero en realidad era el de la guerra que se conocía en aquella época. Un ejercito frente a otro, listos para aniquilarse, sin las triquiñuelas de trincheras, gases venenosos, carros de combate, tanques, aviones y armas de destrucción masiva.
    Contrariamente a lo que se piensa, el ajedrez romántico estaba bien organizado y es falso que se proclamará campeón del mundo al que ganara un torneo. Si bien no existía la FIDE, se era muy cuidadoso en definirse al campeón mundial (No oficial) ya que tenía que ser un jugador que demostrará una gran superioridad sobre los demás o derrotará en un match al que ostentaba el tiutlo de campeón mundial, como sucedió en Londres 1866 en que se enfrentaron en un match el alemán Adolf Anderssen contra el austriaco Wilhelm Steinitz, un encuentro sanguinario, en el que las 14 partidas que se disputaron estuvieron llenas de gambitos, sacrificios y ataque, como lo demuestra el resultado final de 8 victorias para Steinitz y 6 victorias para Anderssen, sin que ninguna partida finalizada en tablas. Una vergüenza para los jugadores de la élite de hoy que en cualquier torneo o match que disputan hacen tablas en un 90% de las partidas disputadas.
    El ajedrez romántico vivió su época de esplendor entre 1830 y 1880, aunque sus inicios abarcan un poco antes, específicamente principios del Siglo XIX. El primer campeonato mundial celebrado en tres ciudades de Estados Unidos enfrentó los dos estilos, el del ajedrez romántico representado por el polaco Johannes Zukertort contra el representante del ajedrez moderno que era el que se empezaba a imponer el austriaco Wilhelm Steinitz. El resultado del match fue el entierro definitivo del ajedrez romántico, ya que Steinitz se impuso contundentemente 12,5 a 7,5.
    Los mejores exponentes de está bella escuela fueron La Bourdonnais, Anderssen, Blackburne. Morphy, Zukertort, Kieseritzky, Paulsen, Harrwitz, Saint-Amant, etc. Sin duda, los jugadores actuales deberían estudiar el fantástico ajedrez romántico, para que les entre ese espíritu de lucha y se dejen de tantas tablas aburridas y en muchos casos amañadas, que solo sirve para que el ajedrez siga perdiendo vistosidad en las nuevas generaciones.  
                                                       
El famoso cafe de La Regence de París hacía 1874
    

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