Día Mundial del TEATRO


Por Alberto Betancor 


        Desde 1961 se celebra el 27 de marzo el día mundial del teatro por creación de Instituto Internacional del Teatro (ITI) que es el organismo que rige el teatro en el mundo. Aunque este año por la pandemia del coronavirus o COVID-19 ha sido imposible celebrarlo como en otras oportunidades en el que se hacían en todo el mundo actos y eventos relacionados con la escena. 

        La primera vez que se celebró el Día Mundial del Teatro, en 1962 fue el poeta, dramaturgo y cineasta francés Jean Cocteau quien pronunció el famoso Mensaje Internacional del Día Mundial del Teatro. El teatro encierra una verdadera magia y es que, el sólo hecho de poder estar tan cerca de los actores y ver sus expresiones en vivo, deja al espectador sin palabras.

        El teatro, a diferencia de otras artes escénicas, tiene la particularidad de despertar verdaderas pasiones, sentimientos y emociones una vez que comienza la obra, porque el espectador ve a sus artistas en vivo, quienes no se pueden equivocar, ni cometer errores porque la critica así como los puede alabar, también los puede juzgar. 

        Esto es lo que le da más grandeza al teatro que al cine, para mi humilde opinión, en que el teatro no te puedes equivocar al actuar, mientras que en el cine si, podemos repetir la escena varias veces hasta que salga bien, mientras que el teatro es como un evento deportivo en vivo, un partido de fútbol en el que si lo haces bien ganas, pero si lo haces mal pierdes.

        Para el espectador, la posibilidad de interactuar con el actor, es un momento único e inolvidable, sin dejar de lado la misma actuación, que por supuesto, es un momento magistral. También se puede ver subir y bajar el telón, escuchar alguna banda sonora, apreciar el vestuario, las luces y aplaudir cada vez que termina un acto.

        A ciencia cierta, no se sabe porque el teatro puede llegar a conmover tanto la fibra de los hombres y las mujeres, pero desde la antigüedad, esa magia ha estado presente. Así lo dejó plasmado Aristóteles en su libro llamado "Poética" y otros grandes dramaturgos, de los cuales hoy podemos disfrutar su legado.

        Algunas de las obras emblemáticas del teatro, en especial en España y Europa, aunque también han acaparado la admiración de los espectadores en todo el mundo, son Romeo y Julieta de Williams Shakespeare,  La Celestina de Fernando de Rojas, La Divina Comedia de Dante Alighieri, Don Juan Tenorio de José Zorrilla, Hamlet de Williams Shakespeare, Fuente Ovejuna de Lope de Vega, Sueño de una Noche de Verano de Williams Shakespeare, La Vida es Sueño de Calderón de la Barca, La Casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca.

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