El Fotógrafo Antonio Torres Campano


El Fotógrafo Antonio, 14 de mayo de 2022 


El fotógrafo Antonio, así es como le gusta que le llamen a este malagueño, nacido en el pueblo de Árdales en 1940. Es una persona con unos amplios conocimientos y vivencias.

"Franco fue el que levantó a España, era una dictadura liberal". Así de tajante y sin ninguna duda se refiere a la dictadura de Francisco Franco Caudillo de España por la gracias de Dios "de Franco yo no tengo nada malo que contar".

En Árdales, un pueblo agricultor, su infancia fue muy bonita, en una época en la que el respeto y los valores estaban por encima de todo. En el pueblo había juegos, buenos amigos y distracciones. También se hacían fiestas muy alegres en las casas de los amigos. Y solían ir a los pueblos vecinos, como Carratraca a siete kilómetros o a Peñas Rubias a 11 kilómetros, los cuales visitaban en bicicleta o en carromatos. 

Los noviazgos salían de estos paseos, cuando gustaba alguna chica que conocían en esos paseos se visitaban a sus padres y si estos y la chica estaban de acuerdo se hacía el silletazo, que consistía en sentarse con los padres a comer para hablar del noviazgo, si se tenían buenas o malas intenciones.

Su primer trabajo fue a los siete años en la iglesia, se puso la sotana blanca y la roja de monaguillo, tocaba las campanas para anunciar la misa y cuando había algún entierro. También cumplía las demás funciones de los monaguillos ayudando en la iglesia, y el cura, Don Francisco Pochero León, le pagaba cinco pesetas al mes.

En el pueblo de Árdales habían muchas historias de fantasmas y apariciones de familiares difuntos, pero había muchos bromistas que se disfrazaban con calaveras y luces encendidas para asustar a la gente, pero en más de una ocasión los que no tenían miedo se enfrentaban a los burlones descubriendo que no eran ningunos fantasmas. Aunque algunas historias eran verdaderas, como la que le sucedió a uno de mis primos, que estábamos reunidos frente a la chimenea de la casa, con el fuego que se encendía con leña, a uno de sus primos le cogieron la mano y escucho la voz de un difunto. "Yo estaba ahí y todos salimos corriendo y llorando".

Con respecto a crímenes, recuerda con dolor el de su abuelo, José Campano, que era una bendición del pueblo, porque ayudaba a todo el mundo, llegaron los republicanos, tocaron a la puerta, mi abuela preguntó  ¿Quién es? y le contestaron "gente de paz". Y mi abuela les abrió la puerta y se llevaron a mi abuelo, por el simple delito de ayudar en la iglesia como sacristán. Dijeron que ya lo traían y todavía hoy estamos esperando que no lo traigan. Así como hicieron con mi abuelo, hicieron con mucha gente, que se los llevaban, los torturaban y los mataban y desaparecían los cuerpos, en la mar fea, en los riscos y en fosas comunes.

Los deportes en el pueblo en aquellos años de su niñez, era el fútbol, peleas de perros, peleas de gallos, carreras de caballos.

En aquellos tiempos, el maestro de escuela, el cura y el sargento de la guardia civil eran los de más respeto del pueblo. Eran las tres figuras de la autoridad que todos respetaban.

En la escuela había una excelente disciplina, muy buena porque se educaba, desde el momento de entrar, el saludo era Ave María Purísima. El profesor si te castigaba es porque habías hecho algo malo y te tenía que castigar para corregirte. Los castigos eran un palmetazo en la mano o te quedabas sin recreo y en algunos casos te encerraban. Los padres de los alumnos de aquella época le daban la razón al profesor, no como ahora, en aquella época si te castigaban era porque hiciste algo y punto.

Los curas de aquella época eran muy beatos, eran los que mandaban y la gente les besaba la mano a los curas. El cura de Árdales, Don Francisco Pochero León, era muy quisquilloso con toda la gente, en especial con las beatas que iban a la iglesia y le pusieron de sobrenombre "el embrollador de la iglesia".

En Árdales habían tradiciones de ferias, que aún existen, hay romerías, carrozas, se va al río y se disfrutaba mucho. Otra distracción del pueblo era el cine, que al principio era mudo, luego llegaron las películas con voz, se iba con amigos y luego íbamos a pasear por la plaza del pueblo.

Otros acontecimientos del pueblo en aquellos años eran los matrimonios y los bautizos, era costumbres de los pueblos que eran muy alegres, celebrarlos por todo lo alto.

Después de terminar la primaria le tocó que trabajar, porque su padre cayo enfermo. Así que viajo a Barcelona y trabajo en una fabrica de vidrio y, posteriormente entró en el ejercito para prestar el servicio militar en Canarias.


En el bar de Irene en Las Palmas

Empezó en la fotografía en Canarias como ayudante de un fotógrafo cordobés, iban a las playas a tomar fotos y las revelaba el mismo fotógrafo y luego las llevaban al domicilio de los clientes. 

Al morir este fotógrafo se compra una Kodak Retinette, su primera cámara, con la que estuvo trabajando como fotógrafo independiente en Canarias. Hasta que tomo la decisión de viajar a Venezuela. 

"Para mi Venezuela es Venezuela, un país para quererlo". Frase del fotógrafo Antonio cuando recuerda a Venezuela.

Llegó a Caracas, Venezuela, a principios de 1966, y no tuvo problemas con su profesión de fotógrafo, por el contrario, tuvo mucho éxito en la fotografía, compró una cámara instantánea Polaroid y con dos cámaras, la polaroid y una de tiempo, iba a restaurantes de lujo, al teleférico del Ávila a matrimonios, bautizos, primeras comunión, reportajes, ampliaciones, tenía mucha clientela.

En una ocasión tuvo que hablar con el Arzobispado, porque el cura de Chacao y el de otras iglesias católicas, tenían sus fotógrafos exclusivos y no dejaban trabajar a los fotógrafos amigos de los contrayentes en los matrimonios. Al día siguiente salió en El Universal un comunicado del Arzobispado que ninguna parroquia podía tener fotógrafos exclusivos, que era potestad de cada matrimonio contratar a los fotógrafos que quisieran.  

En Venezuela tuvo mucha aceptación como fotógrafo, por la misma idiosincrasia del venezolano, muy dado a la a las fiestas y la alegria, su clientela crecía cada día, de los restaurantes de lujo, salía a medianoche y se iba a los cabaré a tomar fotos. 

Un juguete infantil de los años 60, que el utilizaba por su sonido que se parecía al de las maracas para concentrar la atención de los niños, le dio el nombre del fotógrafo de la maraquita, con el que se le conocía en Caracas. La idea se le ocurrió porque los fotógrafos solían decir "el pajarito, el pajarito, mire el pajarito", pero para hacer algo diferente comenzó a utilizar el juguete que sonaba como una maraca en lugar de decir "el pajarito", algo que le gustó mucho a la gente. 

También en el Táchira, Venezuela, estuvo como fotógrafo en las corridas de toros de la Feria de San Sebastian, acompañando a otro fotógrafo especialista taurino, y aprovechaba para conversar con los toreros españoles que solían ir a las plazas de toros venezolanas.

Un tiempo estuvo tomando fotos a las quintas o chalé como se les dice en España. Les tomaba las fotos y hacía las ampliaciones para que sus propietarios las enmarcaran en sus casas.

Al regresar a Canarias, tuvo problemas con el sindicato de fotógrafos, ya que le impedían trabajar porque no tenía carné. Así que tuvo que viajar a Madrid y le solucionaron el problema rápidamente. Le enviaron su carné a su casa, por lo que nunca necesito del sindicato, ni asistió a ninguna actividad de las que organizaban. 

Aunque estamos en mayo de 2022, se declara un fiel defensor de la fotografía analógica, considera que es mucho mejor que la digital, aunque no desprecia la digital, para él es mucho mejor el carrete de 35 milímetros, que lo digital, y no le falta razón, una cámara digital que puede competir con las analógicas son las full frame que su sensor es del tamaño del fotograma de 35 milímetros, pero son muy caras, y una cámara reflex, con un buen lente y un buen carrete no tiene nada que envidiarle a las full frame digitales y en muchos casos toman mejores fotos.  

"Yo nunca dejaré la fotografía, moriré con las botas puestas en la fotografía".

A continuación les recomiendo ver los videos del fotógrafo Antonio, de mi canal de YouTube, El Velero De Papel.
 






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