- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Recuerdo una mañana en la que la radio comenzó a dar la información de un asesino en serie en la población de Táriba del Estado Táchira. La noticia del caso se propagó rápidamente por todo el país y generó conmoción y horror en la comunidad local y en Venezuela en general. Enseguida le pusieron nombre "El Comegente" por la crueldad y brutalidad de sus crímenes, así como su preferencia por la carne humana, hicieron que su historia fuera especialmente impactante y perturbadora.
Las versiones iban y venían con todo tipo de hipótesis, desde ser un "asesino en serie, que disfrutaba del canibalismo" que actuaba solo, pasando por ser un miembro más de una secta satánica que había matado a miles de personas durante años, hasta que no era más que el eslabón de una banda de trafico de órganos que secuestraba a sus víctimas y luego que les extraían sus órganos le dejaban los cadáveres a Dorángel Vargas, "El Comegente" para que los devorará sin dejar rastros.
Todas estas hipótesis fueron cayéndose rápidamente en el transcurso de las investigaciones, al demostrarse que José Doráncel Vargas, como se llamaba realmente, era un indigente con antecedentes esquizofrénicos que solía cazar a sus víctimas en el parque 12 de Febrero, lugar donde fue capturado, en los alrededores del río Torbes en la ciudad de Táriba, en el estado Táchira.
Su modus operandi era el mismo, una vez que atraía a sus víctimas, que por lo general eran personas vulnerables, como otros indigentes, ofreciéndoles comida, otros que caían en sus manos eran los populares borrachos de pueblo que se quedaban dormidos en algún banco o árbol del parque 12 de febrero (el parque 12 de febrero queda a las afueras de la ciudad de Táriba, es un parque extraurbano). Vargas los mataba brutalmente con objetos contundentes o armas improvisadas, y luego descuartizaba los cuerpos, para meterlos en potes e írselos comiendo solo, pero en muchas veces los compartió con otros indigentes que no sabían que se trataba de carne humana.
En los interrogatorios y entrevistas que dio a los medios de comunicación dijo frases como "unos huesos y unas manos, por eso se armó tanto alboroto". También aseguró que no estaba loco "Yo no estoy loco, me tienen esposado y yo lo que quiero es comer gente". Igualmente manifestó que partes del cuerpo eran las más sabrosas "las batatas es lo más sabroso" y aseguró preferir la carne de hombres en lugar de mujeres. Algo que llamó mucho la atención en la población y en los medios de comunicación.
Las informaciones falsas de este caso abundan; empezando por decir que tenía aterrorizado no solo a Táriba y a la vecina ciudad capitalina de San Cristóbal, sino a todo el Estado Táchira (Provincia en España) y que después de mucho tiempo la policía lo capturó. La realidad es que nadie conocía de la existencia de un caníbal, mucho menos de un asesino en serie que estuviera azotando la ciudad. El Táchira solo conoció de su existencia cuando los cuerpos policiales lo capturaron infraganti con unas latas llenas de sangre y restos humanos.
Otra información falsa es la de que lo juzgaron y lo condenaron a 30 años por asesinato múltiple, y lo metieron en el Centro Penitenciario de Occidente a cumplir la condena, en realidad nunca lo enjuiciaron porque tenía problemas mentales, lo dejaron recluido en el cuartel de la policía del Táchira ubicado en La Concordia, San Cristóbal, aunque lo debieron llevar a una institución psiquiátrica para que recibiera la atención medica que requería.
En esta sede de la policía del Táchira, Dorángel Vargas se la pasaba limpiando, con un tobo de agua y un coleto (fregona en España). La razón que daban las autoridades para tener a Dorángel Vargas en un recinto policial, no siendo el lugar apropiado para su reclusión, era que como es un enfermo mental, no lo podían tener en una cárcel, ni en un psiquiátrico porque no hay ninguno en el Táchira especializado en el caso de él, siendo esta la razón de tenerlo en la sede de la policía.
La conducta que tenía en la sede de la policía según las autoridades era buena, se portaba bien, no era conflictivo, lo único que hacía todos los días era barrer y coletear el piso.
El apodo de "El Comegente" se lo colocaron los medios de comunicación, al igual que todos los casos del Táchira, es común colocarle un apodo a todo, algo que forma parte del folklore del periodismo tachirense.
El dilema ético del caso de Dorángel Vargas es que hasta que punto Dorángel Vargas es culpable de los crímenes o es la sociedad y al decir la sociedad me refiero a la familia que le dio la espalda, a las instituciones del Estado que no le dieron las posibilidades de recuperarse, puso de manifiesto los problemas de seguridad, salud mental y vulnerabilidad social en Venezuela, y sus crímenes siguen siendo recordados como uno de los casos de asesinos en serie más famosos de la historia, pero siendo realizados por un enfermo mental, son inimputables por su enajenación mental.
El Velero De Papel forma parte de la estructura multimedia creada por Alberto Betancor, para más información de Blogs, canales de YouTube y mi Web, de dejo los link a continuación.
✅Canal de YouTube:
✅Blog de Ajedrez:
Les recomiendo leer mi libro Cuentos paranormales en Navidad de Alberto Betancor, puedes comprarlo pinchando en este enlace o en la foto.
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Comentarios
Publicar un comentario